El mundo S.A.

by Julen

Parece evidente que de un tiempo a esta parte se impone –aún más– la mentalidad del capitalismo global. No hay más. Solo hay una forma de entender el progreso: todo es susceptible de generar riqueza. Todo es todo. La sanidad es dinero, la guerra (y la reconstrucción posterior) es dinero, la educación es dinero, los cuidados son dinero. Todo es susceptible de hacer que ciertos personajes ganen más y más. El mundo vive presa de una oligarquía empresarial a la que molestan los valores de la democracia.

Háganse a un lado quienes no están de acuerdo. No tienen nada que hacer frente a una maquinaria espectacularmente engrasada a través del viejo recurso al control del mensaje. La comunicación es clave. Se trata de hacer las cosas lo suficientemente bien como para que creas lo que quieren que creas. Tu libertad es cada día mayor, siempre que pienses como debes. Cumplida esta condición, vivirás mejor, con más recursos. Porque con su riqueza también ganas tú. Es el mensaje: te haremos vivir mejor.

America First. Da igual que, llevado a sus últimas consecuencias, sea imposible mantener un mundo así. La empatía nos hace humanos. Acoger a quien migra porque busca una vida mejor no es cool. Nos invaden, vamos a perder nuestra identidad. Esos rasgos que caracterizaron a la ciudadanía de los Estados Unidos de América: personas migrantes de otros continentes, un crisol de etnias y orígenes. Risas de fondo. Esa ciudadanía forjada a base de migraciones masivas dice ahora: America First.

Y lo empiezas a ver en más y más lados. «Sea lo que sea», first. Yo, first. Mi pueblo, first. Mis valores, first. Mi empresa, first. Mientras, todo lo que no es yo, mi pueblo, mis valores o mi empresa se convierte en obstáculo molesto. Son idiotas. ¿Qué es lo que no entienden de «primero, yo»? El egoísmo gana la batalla. Pero hay que ser ciego para no darse cuenta de que se siembran desigualdades brutales, de que la ley del más fuerte conduce a un callejón sin salida, a un conflicto inherente a no reconocer en los demás necesidades a cuya resolución podemos contribuir.

La inteligencia artificial S.A. Más de lo mismo. Las grandes tecnológicas que dominan el mundo se frotan las manos. No sé hasta dónde Google First, Amazon First o Meta First es posible, pero siempre que sigan haciendo caja lo mismo se reparten el mundo. Mientras, China lleva mucho tiempo asomando: un adversario de dimensiones colosales con valores a la vez diferentes y similares. Un capitalismo global en el que las élites se ponen de acuerdo para seguir a lo suyo. Es simple: poder y dinero. Cuanto más, mejor.

Todo se convierte en competencia. Los estados compiten, las ciudades también. Compiten las farmacológicas y las universidades. Todo se pasa por la lente de la eficiencia y de los resultados económicos. El mundo S.A. cabalga a lomos de una ideología única y feroz: ¡aparta o te pisamos! ¿No ves que no eres suficientemente competitivo?

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay.

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2 comentarios

Iván 23/02/2025 - 17:24

Hola Julen. Hay un libro que me gustó mucho, da un repaso a las décadas pasadas y a las materias primas: El mundo está en venta: La cara oculta del negocio de las materias primas de Javier Blas.

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Julen 24/02/2025 - 06:38

A la lista ;-)

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