El paradigma del crecimiento económico no dejaría lugar a dudas: por supuesto que sí. ¡Hay que crecer en volumen! ¡Más cicloturistas por nuestro territorio generan beneficios económicos y también sociales y medioambientales! Es un crecimiento que mejora la calidad de vida de la población. ¡Es turismo sostenible! Y sí, cuando una economía crece, produce más bienes y servicios, lo que genera una serie de beneficios en cascada. Más cicloturistas dejan más ingresos allá por donde pasan. Amén.
Vamos ahora con el aluvión de neologismos. Porque no solo de turismo sostenible vive el progreso. Tenemos turismo ético, turismo responsable, turismo eco-responsable, turismo lento (perdón, slow tourism y slow travel que molan más), microturismo. Tenemos que convencernos de que sí, de que es lo correcto. ¿Todo esto hay que traducirlo, obligatoriamente, a «más turismo»? Esta es mi gran duda. «Más» puede acarrear miopía: vemos lo estupendo que tenemos cerca, pero perdemos la perspectiva y no somos capaces de ver lo que queda más lejos. El ingreso económico no suele tener mucha paciencia. O llega pronto o no sirve. Además, ya sabemos que en torno al turismo no es que se generen precisamente puestos de trabajo de calidad. Quizá «turismo sostenible» es un oxímoron paradigmático.
En la Estrategia de Turismo Sostenible de España 2030 hay, cómo no, espacio para el cicloturismo. No parece haber duda en que es un sector en crecimiento con un gran potencial para diversificar la oferta turística, reducir la estacionalidad y promover un modelo más sostenible. Pues eso, que todo son ventajas. No solo a nivel estatal, aquí en la Comunidad Autónoma Vasca, nos lo presentaron allá por 2023, el año en que el Tour de Francia salió de Bilbao, lo que iba a marcar un antes y un después en cómo se nos percibía como destino ideal para el cicloturismo.
- Desarrollar infraestructuras.
- Trabajar estrechamente con el sector.
- Promocionar y contribuir a la comercialización.
- Generar una comunidad cicloturista cohesionada.
Vamos ahora con la Estrategia Estatal por la Bicicleta (incluye la movilidad urbana, la salud y el deporte). A ver qué dicen del ocio y el deporte en bicicleta. Sí, sí, aquí el cicloturismo resultar ser un pilar fundamental. ¿Qué se pretende? Toma nota de sus objetivos. Más de lo mismo:
- Hacer de España un destino de referencia para cicloturistas nacionales e internacionales.
- Desarrollar una red de rutas ciclistas interconectada a nivel estatal, autonómico y local, que incluya vías verdes, caminos rurales y carreteras de bajo uso.
- Promocionar y profesionalizar el sector, para lo que se pretende publicitar las rutas existentes, asegurar la calidad de los servicios asociados (alojamientos «bike-friendly», talleres, alquileres) y colaborar con agentes públicos y privados.
- Coordinar a las administraciones de los distintos niveles (central, autonómica y local) para fomentar el cicloturismo.
Todo esto, por tanto, es muy lógico y muy correcto. Si buscas respaldo académico, también lo encuentras. Ciascai et al (2022)1Ciascai, O.R., Dezsi, Ș., & Rus, K.A. (2022). Cycling Tourism: A Literature Review to Assess Implications, Multiple Impacts, Vulnerabilities, and Future Perspectives. Sustainability, 14(15), 8983. doi:10.3390/su14158983 hicieron una revisión de literatura académica y claramente encontraron cuatro grandes tipos de beneficios que se repetían cuando el cicloturismo andaba de por medio:
- Para la salud, a través del ejercicio y la actividad al aire libre.
- Económicos, derivados de la creación de empleo y el desarrollo de las empresas locales.
- Sociales, que incluyen la participación de la comunidad y la oportunidad de interacciones sociales.
- Ambientales, como la reducción de la contaminación del aire y acústica, y la congestión del tráfico.
Así pues, todo mira, por tanto, en una única dirección: queremos más cicloturistas. Ahora bien, ¿solo somos capaz de ver al cicloturismo como un sector único y homogéneo? Me temo que hay tantos tipos como personas nos subimos a una bici y dedicamos días a pedalear para conocer (más o menos, de una manera u otra) un territorio. Así pues, una lectura más inteligente del deseo natural de crecer en volumen de cicloturistas es considerar qué perfiles son los que nos interesan. De eso hablaremos más adelante, en próximos artículos.
Conste que este «fenómeno», a nivel estatal, pasa por un momento crítico: la puesta en marcha de Pedal Spain. El proyecto se pone de largo este próximo fin de semana en Zaragoza. No podré estar allí, aunque otras personas que colaboran con la revista Bizikletan / Andar en Bici sí que estarán por allí. Habrá que prestar atención a las próximas fechas para ver cómo evoluciona todo este «fenómeno». Nos leemos. Felices pedaladas.


3 comentarios
La experiencia de la Transandalus (cuando intentaba recoger cuantos más datos posibles) mostraron que la estancia media era de 7,1 días, además en zonas de interior, normalmente alejadas de los circuitos turísticos tradicionales. Quitando el turismo de sol y playa, era el modelo con más largas estancias
Ese dato, junto con las zonas por las que pasa la TransAndalus, es el que, quizá habría que destacar: un cicloturismo que conecte más y mejor con el territorio y que lo haga por lugares a los que les viene de perlas que pase más gente. Todo sea porque mantengan abiertos los bares de los pueblos ;-)
«odo sea porque mantengan abiertos los bares de los pueblos ;-)» Amén. Desde luego, es la razón más importante