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Los centros VTT en Francia
Francia es, desde hace mucho tiempo, un país que ha destinado al cicloturismo en general y a la bici de montaña en particular un importante espacio en su oferta de actividades de turismo activo. Sirvan como botón de ejemplo los centros VTT. A este respecto, si echas un vistazo al informe de 2024, enseguida te das cuenta de su relevancia en la oferta turística. La lista alcanza los 203 Sites VTT. Cada uno de ellos implica, al menos, 100 km de senderos marcados y mantenidos según cuatro niveles de dificultad, de muy fácil a muy difícil: verde, azul, rojo y negro. Por supuesto, aporta una serie de servicios básicos: mapas y descripción de las rutas, puntos de lavado y herramienta. Todo esto pasa por un sistema de certificación oficial de los sitios.
La Gran Travesía del Macizo Central Francés
Dentro de la oferta se incluyen, además, 15 grandes travesías. Lo comento porque mi intención para el verano, tras barajar distintas posibilidades, es ir a pedalear una de esas grandes travesías a la que tenía echado el ojo desde hace ya unos años: La Grande Traversée du Massif Central (GTMC).
En el sitio oficial de la ruta, nos la presentan así:
Desde 2018, la Grande Traversée du Massif Central en bicicleta de montaña y ahora en gravel ha renacido y te ofrece un recorrido de casi 1.400 km. Desde las montañas y lagos de Morvan, dirígete hacia los espléndidos y poco conocidos paisajes del Macizo Central, escala los volcanes de Auvernia, atraviesa el Parque Nacional de las Cevenas y las inmensas mesetas de los Grands Causses antes de llegar a las playas del Mediterráneo.
En la actualidad es una travesía que se presenta en dos modalidades: bici de montaña y gravel. He optado por esta segunda opción, más simple técnicamente, claro está. Con el tiempo, prefiero no meterme en demasiados líos porque, para ser sincero, el miedo a las caídas ha ganado espacio en mi práctica ciclista. Vamos a llamarlo prudencia, ¿vale? Así pues, la opción gravel se adapta muy bien a mis hábitos actuales de pedaleo. Eso sí, la pedalearé con mi Orbea Oiz de siempre. A fin de cuentas, con cubiertas más rodadoras, se convierte en un artefacto muy polivalente. Ya, que vaya bluff el mío, que cojo la opción gravel y me llevo una MTB de doble suspensión. Qué le vamos a hacer.
Desde luego que el sitio web oficial cuenta con recursos muy valiosos para planificar el itinerario. De entrada, lo admito, no soy de los que gustan de seguir la “ruta oficial”, pero no hay duda de que una propuesta así simplifica mucho la logística. Por tanto, sin que sirva de precedente, voy a emplear directamente los tracks que se facilitan. Bueno, con algún pequeño cambio, que si no me sale sarpullido. De hecho, voy a incluir dos etapas previas porque quiero visitar Vézelay, punto de partida tradicional de la Via Lemovicensis, uno de los cuatro caminos de Francia del Camino de Santiago. También haré un guiño al GR-70, el Camino de Robert Luis Stevenson.
La planificación
Lo que no soy capaz de entender muy bien es la propuesta de etapas del sitio oficial porque evidencia una extraña mezcla de distancias y desniveles. Supongo que es una forma como otra cualquiera de ir dividiendo en partes un «tocho» de ruta de 1.400 kilómetros. Así que he reorganizado el itinerario en 23 etapas (más dos iniciales para pasar por Vézelay). Incluyo, además, dos jornadas de descanso, porque no todo va a ser pedalear, y las dos que te comentaba al comienzo de la ruta y que, como tales no forman parte de la GTMC.
Esas dos jornadas de descanso serán en Clermont-Ferrand y L’Esperou, en principio muy distintas entre sí. La capital histórica de la región de Auvernia ofrece un buen número de motivos para disfrutar de un día de asueto. Por su parte, L’Esperou queda en el corazón del Parque Nacional de les Cevennes, como único pueblo con población estable y a una respetable altitud de 1.230 metros. O sea: estación de esquí en invierno y senderismo, rutas a caballo y bici de monte en verano.
El plan es salir de Bilbao en tren a primera hora del día 12 de julio para llegar por la noche a Auxerre. Será una bonita jornada ferroviaria en la que tendré que coger cuatro trenes diferentes. Desde allí pedalearé junto al río Yonne hasta Vézelay, donde haré noche antes de dirigirme al día siguiente a Avallon, el pueblo de comienzo oficial de la GTMC. Así pues, un 14 de julio, fiesta nacional de Francia, comenzaré la travesía. Espero, por tanto, un recibimiento con fuegos artificiales, banda de música y a las autoridades vestidas adecuadamente con sus mejores galas para la ocasión. El regreso lo tengo previsto para el sábado 9 de agosto desde Béziers, cerca de Agde, que es el pueblo de la costa mediterránea en el que termina la ruta. Bueno, ya conoces mi plan: unos 1.500 kilómetros y 27.500 metros de desnivel acumulado. De Bilbao, pues.
Los tramos y las recompensas
La travesía se presenta organizada en seis tramos a modo de «desafíos»: le Morvan, les plaines de l’Allier, les Volcans d’Auvergne, la Margeride, les Cévennes y la Larzac-Méditerranée. Proponen, de acuerdo con un reglamento de participación, aportar pruebas de que se han ido recorriendo, lo que da derecho a solicitar una serie de recompensas en forma de parches y a figurar en el hall of fame de la ruta, en el sitio web oficial. Para ello hay que cumplimentar un formulario de participación. Según los tramos recorridos recibes un diferente nivel de reconocimiento:
- Voyageur / Voyageuse: 1 tramo
- Baroudeur / Baroudeuse: 2 tramos
- Aventurier / Aventurière: 3 tramos
- Explorateur / Exploratrice: 4 tramos
- Pionnier / Pionnière: 5 tramos
- Ambassadeur / Ambassadrice: 6 tramos
Cómo se organiza la gestión de la GTMC
No sé, ya veré si entro en el juego o me quedo en un discreto segundo plano anónimo. Conste que me interesa comprender el entramado organizativo que está detrás de la GTMC. Lo digo porque, en breve, a finales de junio, me han aceptado una comunicación en el XXI Congreso Ibérico – La Bicicleta y la Ciudad, que se va a desarrollar del 26 al 29 de junio en Santiago de Compostela. En ella comparo rutas cicloturistas de iniciativa pública y de iniciativa ciudadana. No hay duda de que esta propuesta que llega desde Francia cuenta con importantes recursos públicos por detrás. La Fédération Française de Cyclisme (FFC) es quien la gestiona. Existe un Comité de Itinerario, que coordina las acciones de los diferentes actores involucrados en la GTMC. Su objetivo es asegurar la calidad del itinerario y su promoción.
La composición de este comité es compleja porque en él están representadas las tres regiones (con sus respectivos comités regionales de turismo) y los once departamentos que atraviesa la GTMC. Además, la IPAMAC (Association Inter Parcs du Massif Central) es la que coordina todo esto. Participan también representantes del Parque Nacional de les Cévennes y de los parques naturales regionales, así como otros agentes relevantes del territorio. Todo ello con tres grupos de trabajo básicos:
- Comité de pilotaje: órgano de decisión estratégica donde se definen las grandes orientaciones y se toman las decisiones presupuestarias. Está compuesto principalmente por representantes electos de las regiones y departamentos, así como de los comités regionales de turismo.
- Comité técnico: reúne a técnicos de los departamentos y regiones. Su función principal es implementar el plan de acciones definido por el Comité de Pilotaje en temas de mantenimiento, señalización, desarrollo de servicios y observaciones del itinerario. También realiza propuestas técnicas para nuevas acciones.
- Comisión de marketing: Agrupa a los actores involucrados en la promoción turística del itinerario, principalmente representantes de las oficinas de turismo y las agencias de desarrollo turístico.
Ligero de equipaje y crónicas diarias
De vuelta a la ruta que quiero pedalear, ya sabéis que soy de los que viajo con lo básico. Espero que ir ligero de equipaje me ayude a recorrerla. Aunque no preveo, como decía, mucha complicación técnica, eso no obvia para que buena parte de la travesía se realice por pistas y caminos, y no por carreteras asfaltadas. La media de kilómetros que he previsto por etapa se queda en torno a unos modestos 65 km con unos 1.100 m de desnivel acumulado.
Como siempre, la intención es escribir una crónica diaria con la idea de publicarla en el mismo día y que redifundiré vía Facebook y Bluesky. Iré añadiendo las fotografías a un álbum en Google Fotos e incorporaré los tracks a través de Strava, así como la posibilidad de sobrevolar la ruta en un mapa dinámico en 3D. ¿Instagram? No sé, a lo mejor me doy una última oportunidad, pero me da una pereza… A medida que se acerquen las fechas seguramente escribiré algún otro post sobre esta travesía que espero pedalear de aquí a un mes. Prestad atención a la pantalla ;-)
La imagen es de Fred Augé en pexels.