La gestión de las personas en las organizaciones: ¿la covid19 lo cambia todo?

by Julen

Publicaba ayer en Twitter la referencia a un estudio que ha llevado a cabo el equipo de investigación y transferencia de Gestión Estratégica de Personas de Enpresagintza, la Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea: Perspectivas de la gestión depersonas/RRHH : pre,durante y postCOVID-19. Más allá de los resultados concretos que puedan encontrarse (aquí puedes encontrar una breve exposición), me pregunto si la covid19 lo cambia (casi) todo en materia de gestión de personas en las organizaciones. Supongo que habrá que esperar porque todavía estamos metidas en plena pandemia. Ni mucho menos se puede hablar de post-covid19 porque aún no hemos salido de esta. Pero que el movimiento sísmico es de los que dejan huella es algo de lo que no tengo duda alguna.

Desde luego que el gran cambio tiene que ver con la no presencialidad y lo que esto implica. De repente nos vemos condenados a teletrabajos forzados. Durante el confinamiento no hubo plan B: el trabajo tenía que salir adelante y si no había acceso a los recursos habituales de la oficina (otra cosa es el entorno fabril) se llevaría a cabo a distancia. Tal es así que ya tenemos ley actualizada de teletrabajo. La necesidad ha obligado a regular. Porque, claro, en este nuevo entorno afloraron unas cuantas miserias que afectaban al vínculo entre organización y personas.

Por su parte, este pasado día 23 de septiembre McKinsey publicaba What 800 executives envision for the postpandemic workforce, una de sus habituales investigaciones llevada a cabo en el mes de junio pasado en nueve países, incluida España. Muy interesante, la verdad. Quizá lo primero que haya que decir tiene que ver con la fecha. Me temo que los cambios en los puntos de vista se van modificando de acuerdo con la evolución de la pandemia. Nunca como ahora la volatilidad había alcanzado cotas tan grandes. Lo que ayer decíamos puede que hoy haya se haya vuelto obsoleto.

The results suggest that the crisis may accelerate some workforce trends already underway, such as the adoption of automation and digitization, increased demand for contractors and gig workers, and more remote work. Those changes in turn will create greater demand for workers to fill jobs in areas like health and hygiene, cybersecurity, and data analytics.

Si te fijas en los resultados de la investigación que citaba al principio, la digitalización sí que aparece, pero no con la rotundidad con la que se cita en esta investigación de McKinsey. Desde mi humilde punto de vista, este es un fenómeno transversal, una nueva forma de entender cómo trabajamos. La transformación digital quizá pierda fuerza de tanto manosear el término, pero no debemos despistarnos: la nueva normalidad tiene mucho que ver con un uso creativo y también, claro está, eficiente de las tecnologías. Sin olvidar el ahorro en costes que nos pueden proporcionar los medios digitales, se trata de repensar la eficiencia y la productividad en términos globales.

Las personas tenemos que asimilar un uso responsable de todo el arsenal de herramientas y dispositivos, siendo conscientes que no se trata de «usar» sin más, sino de de apropiarse de las tecnologías porque, sí, las tecnologías nos hacen humanos (no solo, por supuesto, las que provienen de la digitalización). Me temo que un departamento de Recursos Humanos o de Gestión de Personas tiene que repensar su rol y debe hacerlo mirándose hacia dentro: qué propuesta nos hace hace respecto a la digitalización. ¿Cuál suele ser el problema? Que demasiadas veces no tiene propuesta. Funciona a pesar de, funciona a regañadientes de lo que ofrece la tecnología. Porque sí, la tecnología suele ser más enemigo que otra cosa: es esa interpretación simplista tan habitual de que lo digital deshumaniza. Ya escribí en su día de esto: Cuando la tecnología va de personas, ¿qué rol juega Recursos Humanos?

Unprecedented restrictions on travel, physical interactions, and changes in consumer behavior since COVID-19 took hold has forced companies and consumers to change the way they operate. This has spurred digital transformations in a matter of weeks rather than months or years. As nonessential workers shifted to working from home, 85 percent of respondents in the McKinsey survey said their businesses have somewhat or greatly accelerated the implementation of technologies that digitally enable employee interaction and collaboration, such as videoconferencing and filesharing. Roughly half of those surveyed reported increasing digitization of customer channels, for example, via ecommerce, mobile apps, or chatbots. Some 35 percent have further digitized their supply chains, for example, by connecting their suppliers with digital platforms in supply chain management.

El uso masivo de tecnologías digitales ha explotado con la pandemia. Es una realidad: lo que antes hacíamos reuniendo gente dentro de cuatro paredes ahora implica tecnologías sin importar el lugar físico. Eso sí, siempre que dispongas del equipamiento adecuado y hayas redefinido el proceso a través del cual entregas tu propuesta de valor. Interacción y colaboración son las dos palabras que utiliza McKinsey para describir la escena. Pues bien: ¿qué debe hacer el departamento de RRHH en este sentido?, ¿cómo se implica para aprovecharse de lo que ofrecen las tecnologías?, ¿debe ser líder (o al menos colíder) en el despliegue de una estrategia de interacción y colaboración digital? Me da que en la mayor parte de las casos, ni están ni se los espera.

En una situación en la que el contacto personal es sinónimo de riesgo higiénico, ¿qué propuesta realiza RRHH respecto a la robotización? Vale, si son palabras mayores, ¿qué propuesta realiza respecto a la automatización de determinados procesos que serán gestionados por la ciencia de datos y la inteligencia artificial frente al clásico humano de toda la vida? Creo que la covid19 nos enfrente a un cambio de paradigma (sí, ya sé que desgastamos el término) en materia de gestión de personas dentro de las organizaciones. McKinsey dice, por ejemplo, que crecerán los gig workers. ¿Nos afecta esto en RRHH? ¿Cambia la filosofía de relación entre la persona y el trabajo?, ¿cambia nuestra forma de entender el trabajo?, ¿el trabajo será eso que nos sirva para realizarnos en la vida o vale ya de palabras huecas que cada vez dicen menos?

Sí, creo firmemente que no va a ser igual a partir de ahora. Cierto que el capitalismo global, ese sistema único en el que vivimos, va a seguir mudando su piel y nos va a vender nuevos embelesamientos para que nada cambie. Pero lo que ha pasado (y sigue pasando) tiene demasiado alcance para continuar trabajando de la misma forma. El estudio de la universidad habla de comunicación interna, de flexibilidad, de conciliación y de nuevas formas de trabajo como grandes prioridades actuales. Lo puedes entender como ligeros cambios o como, insisto, un cambio de paradigma. Para mí todo este mal sueño en el que vivimos desde hace más de medio año no va a dejar las cosas como estaban. Tenemos que ganar la partida. Nos va en ello lo que somos como personas. Y el trabajo sigue siendo importante. ¿O ya no tanto?

Imagen de Florian Pircher en Pixabay.

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