La mirada

by Julen

Mirada de bebeAl otro lado, al otro lado. ¿Qué hay? ¿Qué mira? Inquieto, no deja de fijarse. Serio, contenido, algo nervioso. Su cerebro lo retuerce, lo desmiembra, pero a su edad no es capaz de comprender. Sin embargo, continúa con la mirada fija. Observa y calla. Calla.

La luz golpea desde la izquierda y te invita a imaginar. Al fondo oscuridad. La silueta bien definida. Sigue mirando. Sin apenas mover un músculo, sin pestañear. Transcurre el tiempo y nada sucede. Él no puede hacer otra cosa. Solo fijarse.

Los sonidos no llegan. Un cristal invisible los detiene. Rebotan y vuelven al lugar de la ignominia. Allí sucede todo. A la vista y en la oscuridad. Sucede de puertas para dentro. Son secretos que se entierran bajo una mirada que no es capaz de comprender. Solo más tarde, pasados los años, lo entenderá.

De momento, da igual el tiempo que dejes pasar; la escena no cambia. Continúa inquietante a la espera de acontecimientos. Pero no pasa nada. No ahora. Él, sin embargo, absorbe la escena. Ya tendrá tiempo de interpretarla. Para su desgracia.

 

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