Pues sí, seguimos tirando de la serie de Jack Lamb escrita por Mick Herron. No sé hasta dónde voy a llegar. Como decía en el post en el que reseñaba la primera novela de la serie, a día de hoy están traducidas las seis primeras entregas. Con Tigres de verdad llegamos, por tanto, al ecuador. Quedan otras tres por delante. A este paso…
Esta vez Mick Herron nos conduce por una trama en la que la lucha por el poder dentro de las estructuras del MI5 es particularmente atroz. Por el camino nos encontramos con Diana Taverner, «apodada Lady Di, de la Segunda Mesa (Operaciones), la mandamás de la oficina de Regent’s Park, cuyo cargo le daba el control sobre la vida y la muerte de los agentes de campo, pero también le imponía la obligación de abrirle las puertas a la Dama con deferencia servil». Por encima de ella, por tanto, tenemos a Ingrid Tearney, la «jefa del MI5». Y por encima un caricaturizado Ministro del Interior, un tal Peter Judd en el que enseguida reconocemos a un particular personaje de la política y el gobierno inglés. Hasta aquí puedo leer. Así pues, prepárate para ver cómo cada cual intenta salir a flote y medrar a costa de lo que sea, incluido un «equipo tigre», que es lo que da pie al título de la novela.
Cuando secuestran a un miembro de su grupo y les exigen un rescate, los agentes de la Casa de la Ciénaga se ven obligados a superar todos los pronósticos sobre su competencia para burlar las férreas medidas de seguridad de la oficina central de inteligencia del MI5 y robar información valiosa como moneda de cambio para salvar a su colega.
En fin, que esta tercera novela nos conduce, cómo no, de nuevo a los sinsentidos en los que deben moverse quienes han sido desplazados a la Casa de la Ciénaga. ¿Quién es amigo y quién enemigo? ¿Quiénes han secuestrado a Catherine, una de las espías defenestradas al insalubre edificio de Aldersgate? Hay que intentar comprender las razones que mueven a unos y otros para hacer lo que hacen, con cambios de planes cuando hace falta. Y hay que salvar a Catherine. A fin de cuentas, «los agentes a los que no conseguías salvar de una situación comprometida eran los que después no te dejaban dormir por las noches». Esa es la reflexión de Jackson Lamb para mover el culo. Él y su equipo.
La imagen ha sido creado mediante Copilot.